La solución para obtener agua caliente si tu fuente de energía es la electricidad.
Termos Eléctricos
Los termos eléctricos nos permiten disponer de agua caliente en aquellos lugares donde por elección o por situación la fuente principal de energía es la electricidad. Los modelos actuales están preparados para tener bajo consumo, alta eficiencia energética y máxima fiabilidad. Pueden ser el complemento que necesitas si tienes instalado un sistema de energía solar fotovoltaica o si dónde quieres instalarlo no llega el gas o no tienes calefacción.
Con los termos eléctricos puedes disfrutar de agua caliente sanitaria ACS de forma cómoda y segura.
¿Cómo funciona un termo?
Los termos vienen a ser depósitos de agua en cuyo interior hay un serpentín que calienta el agua hasta que alcanza determinada temperatura. Una vez se alcanza, el calentador se apaga y el agua caliente se acumula para estar lista para su uso.
Hoy en día, en el mercado existen multitud de modelos programables, lo que nos permite ajustar el funcionamiento del calentador a las horas que deseamos. De esta manera podemos aprovechar las tarifas eléctricas más baratas o evitar que entre en funcionamiento en periodos de ausencias.
Existen diferentes modelos según la colocación del mismo, vertical (la más común) y el termo eléctrico horizontal, para colocar en la pared o apoyados sobre un trípode en el suelo. La colocación del termo es importante puesto que la pared de la que se cuelgue o la superficie sobre la que se coloque debe estar preparada para resistir el peso del termo lleno de agua. Y aunque todos suelen llevar un revestimiento esmaltado, los hay que además llevan un tipo de aislante que los prepara para resistir heladas. De esta manera podemos decir que hay un termo para cada vivienda.
Nuestro equipo se encargará de aconsejarle el mejor tomando en cuenta las características de su vivienda o local, su ubicación, su uso y el tipo de instalación previa con la que cuente.
Elementos de un termo
Carcasa exterior
Es la parte que recubre el termo y suele ser una placha metálica de color blanco
Calderín
Es el depósito donde se acumula el agua. Son tanques esmaltados o hechos de acero inoxidables . En cualquier caso, están tratados para contener agua con total seguridad y resistencia a la presión y al oxidamiento.
Aislante
Entre la carcasa y el calderín va una capa aislante que protege el agua de dentro de la temperatura exterior y de las pérdidas de calor a través de la superficie.
Entrada de agua fría y caliente
El termo debe estar comunicado con la red de tuberías de nuestra vivienda. Por un lado recibe agua fría y por otro distribuye el agua que ha calentado.
Resistencia eléctrica
Es la resistencia que calienta el agua del calderín. Hay dos tipo de resistencias. Por un lado están las resistencias de cobre (resistencias blindadas) que calientan el agua de forma muy eficiente y por otro lado las resistencias envainadas ( o secas) que están recubiertas por fundas metálicas con materiales vitrocerámicos que las protegen de la acción de la cal. De esta manera, si vivimos en una zona con el agua dura o con gran presencia de minerales, debemos escoger un termo con resistencia envainada. Si por el contrario vivimos en un lugar con el agua blanda podemos optar por un dispositivo con resistencia de cobre.
Las ventajas de colocar un termo eléctrico
Confort inmediato
Con los termos eléctricos no necesitas esperar a que el agua se caldee, en cuanto abres el grifo sale agua caliente. Es cierto, sin embargo, que puede agotarse el agua caliente de su interior debido al uso y hay que esperar a que vuelva a calentarse. Pero esto se soluciona eligiendo un termo de capacidad adecuada para tus necesidades. Más adelante te hablaremos de ello.
No importa el caudal
A diferencia de otros sistemas de producción de ACS, no importa el caudal de agua disponible en la red, el agua caliente sale siempre caliente.
Seguridad
Al no entrar en juego ningún tipo de combustión o gas son muy seguras. Obviamente un termo eléctrico puede fallar, pero sus consecuencias siempre serán mucho menos peligrosas que las producidas por un escape de gas.
Solo una factura
Al no usar otro tipo de combustible o fuente de energía distinta a la electricidad, todo el gasto energético de un hogar está concentrado en una única factura. Esto permite que la planificación sea mucho más sencilla. Y si como hemos dicho anteriormente, su uso está ligado a una fuente de energía limpia como la energía fotovoltaica se convierte en una forma eficiente y limpia de tener ACS.
¿El termo eléctrico consume mucho?
No vamos a engañarnos, la electricidad es cara y si no tenemos en nuestro hogar o negocio otras fuentes de energía renovables, el uso de calentadores de agua eléctricos de forma poco controlada puede aumentar considerablemente nuestro gasto.
Es por eso que arrastran fama de ser aparatos que consumen demasiada energía. Sin embargo eligiendo el termo adecuado y siendo un poco responsables, podemos reducir al máximo su consumo de electricidad. ¿Cómo?
Elige un modelo cuyo revestimiento sea adecuado al entorno
No es lo mismo la temperatura exterior de un pueblo de la sierra que de un pueblo en el llano. Por eso no todos los termos tienen el mismo revestimiento. Si eliges aquellos modelos con el aislamiento adecuado para el entorno, evitas la pérdida de calor exterior y con ello, la necesidad del calentador de ponerse en marcha.
Una buena colocación
Lo ideal es colocarlo siempre en el interior, para evitar los cambios drásticos de temperatura. Y ya puestos, lo mejor es que esté colocado lo más cerca posible del punto de suministro principal, sea el baño o la cocina. Si la distancia entre el termo y el grifo es menor se evitan pérdidas de calor.
Ajusta el termostato
Por defecto, la temperatura del agua es de 60º. Sin embargo, para el uso normal es una temperatura excesiva. Con 45º es más que suficiente para el uso habitual y se gasta mucho menos.
Usa el programador
La mayoría de los modelos lo incorporan y de esta manera evitas que esté encendido de forma permanente. ¿Necesitas que se ponga en marcha mientras no estás en casa? Quizás es suficiente con que se encienda un poco antes de que llegues a casa para tener agua caliente.
Además, así puedes aprovechar también las horas más baratas de tu tarifa eléctrica.
Vigila tus hábitos
Todos tenemos pequeños hábitos que nos hacen derrochar energía (y no sólo eléctrica). Gestos como cerrar el grifo mientras te lavas los dientes suponen un ahorro de agua importante. Pues con la electricidad pasa lo mismo. Puedes estudiar tu factura y aprovechar para ducharte en la franja horaria más económica.
Ajusta el termo a tus necesidades reales
Quizás algún día en tu casa haya invitados. Pero por norma general, todos tenemos una serie de hábitos y vivimos un número determinado de personas. La capacidad del termo, además de los litros de agua caliente que podrá suministrar también influye en la cantidad de energía que debe usar para calentarla. Cuantos más litros contenga, mayor cantidad de electricidad necesitará para calentarla.
Si ajustas la capacidad del termo a tus necesidades reales controlarás el gasto eléctrico del mismo. Para que te hagas a la idea, de media, una persona consume unos 30 litros de agua caliente en una ducha. Por lo común, para una vivienda de más de 100 m2 en la que habitan 4 personas se considera adecuado elegir un termo de 120 litros. Sin embargo, si por horarios o costumbres es muy difícil que las cuatro personas se duchen de forma simultánea o consecutiva, no es necesario tener que instalar un termo eléctrico de esa capacidad ya que con uno menor sería suficiente.
Calcula el tamaño del termo de esta manera teniendo en cuenta que hay termos de agua eléctricos desde 50 litros de capacidad hasta más de 100.
Si no lo tienes claro, no te preocupes, para eso está nuestro equipo de técnicos que te aconsejaran sobre cual es el más indicado.